Las enfermedades crónicas pueden ser devastadoras para una familia tanto emocional como económicamente. Por eso es importante ayudar a las familias a establecer presupuestos y planes financieros para prepararse para tal evento. Establecer un buen plan financiero puede ayudar a minimizar el estrés de una familia y controlar los gastos.
El enfoque que adopte dependerá de cuándo comience a reunirse con la familia. Si puede ayudarlos al comienzo de la enfermedad, entonces puede ayudar a establecer un presupuesto para mantener la deuda al mínimo. En eso se centra este artículo. Sin embargo, puede reunirse con la familia en medio o al final de una enfermedad cuando la deuda médica se ha convertido en un problema. Es de vital importancia establecer un plan de gastos, así como investigar los recursos y las opciones disponibles.
Un buen plan de gastos no podrá solucionarlo todo a la hora de afrontar una enfermedad crónica. La deuda médica y la reducción de ingresos son las dos razones principales de la bancarrota durante este tiempo según un estudio de la Universidad de Harvard. Cada situación es única y nada ocurre de forma aislada. Al ayudar a los clientes, es importante permitirles que se sientan empoderados por el proceso de toma de decisiones, independientemente del tamaño, porque es posible que ya se sientan impotentes.
Hay dos partes principales del plan de gastos que deben abordarse: (1) aumento potencial de los costos médicos y (2) posible disminución de los ingresos. Otros temas a tener en cuenta son el transporte, la alimentación y los documentos legales.
El seguro de salud es una parte importante de la gestión del aspecto financiero de cualquier enfermedad.
Lo que paga el cliente varía mucho según el plan.
Algunas preguntas para los clientes:
¿Tiene seguro médico?
¿Qué está cubierto?
¿Cuál es su deducible?
¿Quién está en la red?
Al analizar cuánto podrían gastar, este es un buen momento para enfatizar que una buena comunicación con la compañía de seguros de salud ayudará a evitar facturas y costos inesperados.
Por ejemplo, Herceptin, un medicamento de quimioterapia para el cáncer de mama, cuesta alrededor de $4500 dólares al mes. Si alguien tiene que pagar un coseguro del 20 por ciento, ese medicamento costará $900 dólares al mes, sin incluir las visitas al médico y otros costos.
Si usted o su familiar sienten que no puede manejar estos detalles, pregúntese si tiene a alguien en quién confíe para hacer un seguimiento de los gastos y comunicarse con los consultorios médicos y la compañía de seguros. Algunas sociedades de enfermedades crónicas tienen algunos recursos e información para ayudar a los pacientes a controlar el tratamiento. El objetivo es recibir el mejor tratamiento al mejor precio, y un asesor financiero puede ofrecer consejos para ayudar a los clientes a comunicar esto con sus proveedores y seguros.
Según la situación, es posible que el paciente y otros miembros de la familia necesiten tomarse un tiempo libre para la cirugía, las citas con el médico y el tratamiento. Tanto internos como externos, pueden ayudar a la familia a idear un plan si ocurre una reducción en los ingresos.
Primero, y en el caso de ser empleado, es sumamente importante enfatizar la comunicación con el departamento de recursos humanos de su empleador. Hay muchas variables que pueden afectar los ingresos. Aun cuando todos los empleados deben de tener su seguro, en muchas ocasiones, estos están limitados por tipo de enfermedad, sobre todo si son catastróficas o no si representan una discapacidad a corto y largo plazo.
Por otro lado, ese importante tratar de contar con un fondo de emergencia para gastos médicos, si éste ya se encuentra en ceros, se puede ayudar a la familia a buscar otras formas de mantener los ingresos o reducir los gastos. Esto podría incluir un segundo trabajo para un miembro de la familia o un contrato de trabajo para el paciente, sí puede hacerlo. Hay organizaciones que ofrecen asistencia financiera,
Una parte más pequeña del presupuesto a tener en cuenta son los costos de transporte y alimentación. Es posible que se requieran viajes extensos para el tratamiento, lo que significa que se gasta más dinero en costos de gasolina y estacionamiento. Las familias pueden comer más si es necesario viajar o si nadie tiene la energía para cocinar. Aunque los gastos de viaje pueden parecer mínimos, es importante hacer hincapié en mantener un presupuesto de viaje y comida para que sigan teniendo dinero para otros gastos.
Aunque la atención se centra en superar este momento difícil, es importante ayudarlos a minimizar el impacto financiero.
Una cosa final para mencionar a los clientes son los documentos legales. Directivas de salud, testamentos y poder notarial para que un miembro de la familia pueda ayudar según sea necesario. La información actual del seguro de vida es importante. Por lo tanto, si el pronóstico se vuelve terminal, la familia puede evaluar si retirar dinero antes de tiempo para pasar tiempo de calidad juntos. Además, si el paciente es quien maneja las finanzas, podría ser una buena idea discutir cómo su pareja puede involucrarse más en ayudar o hacerse cargo de las finanzas.
Un diagnóstico crónico puede cambiar lo que enfatizamos en un plan de gastos. Sin embargo, nuestro enfoque puede necesitar ser más suave. Los pensamientos del cliente estarán en su enfermedad y su familia. Puede ayudar a aliviar parte del estrés financiero y es importante abordar sus preocupaciones financieras desde esa perspectiva.