Terapia genética

La terapia genética esta revolucionando el mundo tal cual lo entendemos.

Las terapias genéticas son intervenciones médicas que buscan tratar o prevenir enfermedades al alternar el ADN de un individuo. Este procedimiento permite a los profesionales de la salud tratar un trastorno alterando la genética de una persona en lugar de utilizar medicamentos o cirugías.

Este tipo de terapias pueden implicar la adición de un nuevo gen, la modificación de uno existente o la eliminación de genes defectuosos. Su principal objetivo es abordar enfermedades que tienen un origen genético, como ciertos tipos de cáncer, enfermedades hereditarias o trastornos autoinmunes.

Sin embargo, en la actualidad solo existen unas cuantas terapias genéticas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, las cuales tratan las afecciones oculares hereditarias y algunos tipos de cáncer.

Tipos de terapias genéticas

Actualmente existen dos principales tipos de terapias genéticas: la somática y la germinal. La terapia genética somática se centra en la modificación de las células del cuerpo que no se transmiten a la descendencia. Se utiliza principalmente para tratar enfermedades en pacientes vivos, corrigiendo defectos genéticos sin afectar a generaciones futuras.

Por otro lado, la terapia genética germinal implica cambios en los gametos o en las células embrionarias. Estos cambios pueden heredarse, lo que significa que la descendencia del paciente también estará libre de la enfermedad genética. Sin embargo, esta forma de terapia ha generado debates éticos profundos, ya que puede alterar permanentemente la línea genética de una familia o población.

El cáncer es otra área donde las terapias genéticas han demostrado gran potencial, aunque no se puede considerar un tipo de terapia por separado. Algunos tipos de terapia con células T CAR alteran el sistema inmunológico del paciente para que pueda detectar y eliminar células cancerígenas.

Este método ha demostrado resultados sorprendentes en algunos tipos de cáncer de sangre en los que los tratamientos convencionales no han tenido éxito, como la leucemia y el linfoma.

Consideraciones éticas en las terapias genéticas

A pesar de su enorme potencial, las terapias genéticas enfrentan varios desafíos. Uno de los más importantes es la seguridad a largo plazo. Modificar el genoma de una persona conlleva riesgos, ya que los cambios pueden tener efectos imprevistos, y los científicos todavía no comprenden completamente todas las posibles consecuencias.

Además, las terapias genéticas son extremadamente costosas, lo que limita su accesibilidad para muchos pacientes.

Aunque podría eliminar enfermedades hereditarias, existe el temor de que las terapias genéticas puedan usarse con multas no médicos, como la mejora de características físicas o intelectuales, lo que plantea cuestiones sobre la manipulación genética y la desigualdad.

Como se puede ver, las terapias genéticas son una herramienta revolucionaria que ha acelerado el desarrollo de nuevos tratamientos y han ampliado las posibilidades de intervención en una amplia gama de enfermedades.

A medida que la ciencia avanza es probable que las terapias genéticas se conviertan es una opción más de tratamiento de muchas enfermedades; lo que hoy se encuentra en fase experimental, mañana podría convertirse en la nueva era de la medicina.

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Referencias

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