La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), publicó recientemente un amplio documento sobre los impactos negativos para la salud que acarrean los aproximadamente 2 mil residuos de principios activos farmacéuticos presentes en las aguas superficiales y subterráneas, el agua potable, el suelo, el estiércol, la biota (conjunto de especies de plantas, animales y otros organismos que ocupan un área determinada), los sedimentos y la cadena alimentaria, los que proceden de las aguas residuales domésticas no tratadas, los efluentes de las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales y de las plantas industriales, así como de la agricultura y la acuicultura intensivas, destacado la impostergable necesidad de monitorearlos, y detener su liberación descontrolada.
“Alrededor de 2 mil ingredientes farmacéuticos activos (API, por sus siglas en inglés) se administran en todo el mundo en medicamentos recetados, medicamentos sin receta y medicamentos veterinarios, cuyos residuos son una preocupación ambiental cada vez mayor, en la medida que se incrementa el número y la densidad de humanos y animales que requieren atención médica”. OCDE.
Al respecto, los autores del estudio “Pharmaceutical Residues in Freshwater: Hazards and Policy Responses”, comentan: “las sustancias activas de los anticonceptivos orales han provocado la feminización de peces y anfibios; las drogas psiquiátricas, como la fluoxetina, alteran el comportamiento de los peces haciéndolos menos reacios al riesgo y vulnerables a los depredadores; y el uso excesivo y la descarga de antibióticos en los cuerpos de agua exacerba el problema de la resistencia a los antimicrobianos”, tema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera actualmente como la próxima crisis de salud mundial y que requiere atención y acciones urgentes pues se prevé que este fenómeno ocasione en 2050, más muertes a nivel mundial que el cáncer.
Recomendaciones de política sugeridas por la OCDE para abordar los residuos farmacéuticos en agua dulce:
- Adopción gubernamental de un enfoque colectivo del ciclo de vida para gestionar los productos farmacéuticos en el medio ambiente. Lo que implica: – Diseñar e implementar una combinación de políticas de medidas dirigidas a la fuente, orientadas al uso y finales; – Dirigirse a las partes interesadas a lo largo del ciclo de vida de los productos farmacéuticos; y – Desarrollar una estrategia farmacéutica nacional y un plan de acción para gestionar los riesgos ambientales en colaboración con los departamentos gubernamentales pertinentes, las autoridades locales y otras partes interesadas, la que a través de una mezcla de instrumentos voluntarios, económicos y regulatorios, respaldados por una estrategia financiera sólida, garantice su implementación efectiva.
“La mayoría de los países de la OCDE han establecido listas de vigilancia y programas de seguimiento voluntarios para ciertos productos farmacéuticos en aguas superficiales, pero la mayoría de los API, metabolitos y productos de transformación siguen sin seguimiento y sin datos de ecotoxicidad. Por lo tanto, existe una serie de incertidumbres asociadas con la evaluación del riesgo ambiental de los productos farmacéuticos debido a la falta de conocimiento sobre su destino en el medio ambiente y el impacto en los ecosistemas y la salud humana, y los efectos de las mezclas de productos farmacéuticos y otros productos químicos”. OCDE.
Recomendaciones transversales:
- Identificar los riesgos ambientales potenciales de los ingredientes farmacéuticos activos (API) existentes y nuevos, utilizando estrategias de evaluación y monitoreo inteligentes y específicas. Reducir las incógnitas sobre las relaciones entre los productos farmacéuticos y la salud humana y ambiental. El riesgo relativo de los API también debe compararse con otros contaminantes, como los metales pesados, los contaminantes orgánicos persistentes y otros contaminantes de preocupación emergente, buscando alcanzar mejoras en la calidad del agua y los ecosistemas de la manera más rentable.
- Alentar la adopción de nuevos métodos de seguimiento, modelado y herramientas de apoyo para la toma de decisiones, que ayuden a comprender y predecir mejor los riesgos, incluidas las mezclas como impulsores del riesgo. Priorizar las API y los cuerpos de agua de mayor preocupación.
- Aumentar el acceso a datos e información, y la coordinación institucional, para reducir las brechas de conocimiento.
- Adoptar medidas cautelares cuando la evidencia científica sea incierta, y cuando las posibles consecuencias de no actuar sean elevadas.
- Considerar las necesidades de financiamiento y las medidas para recuperar los costos de transacción de las políticas, teniendo en cuenta la capacidad de los funcionarios gubernamentales y las partes interesadas para la implementación de las políticas.
- Educar e involucrar al público para gestionar los riesgos percibidos y reales, y mejorar la conciencia y la comprensión.
En este contexto, es necesario recordar la importante labor realizada por en nuestro país por el Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos (SINGREM), única sociedad especializada no lucrativa en nuestro país, dedicada al acopio, recolección, traslado y entrega garantizada de medicamentos desechados a empresas especializadas en la destrucción no contaminante de residuos peligrosos, afiliada a la Red Iberoamericana de Programas de Consumo de Medicamentos.
El SINGREM está completamente financiado por los laboratorios afiliados a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM). Por favor, deseche los sobrantes de medicamentos, sus envases y los productos caducados, de manera responsable, a través del SINGREM. Ubica tu contenedor.
Fuente: AMIIF. Tamiz Informativo. | Una industria responsable se encarga de la autogestión de sus residuos.
Recomendaciones a las fuentes.
Etapas del ciclo de vida farmacéutico: diseño, autorización de comercialización, fabricación, pos autorización:
- Desarrollar criterios ambientales claros y compartidos (e indicadores de desempeño) para la adquisición sostenible de productos farmacéuticos “verdes”.
- Considerar la expansión del marco regulatorio para las buenas prácticas de manufactura que incluyan criterios ambientales obligatorios.
- Desarrollar planes de seguridad del agua potable, programas de monitoreo de productos farmacéuticos e informes de incidencias para identificar y prevenir la contaminación y adaptar la política a la nueva ciencia.
- Asegurar la solidez, consistencia y transparencia de la Evaluación de Riesgos Ambientales (ERA). Establecer una base de datos centralizada con supervisión regulatoria independiente para compartir ERA de API, evitando duplicidades.
- Considerar los riesgos ambientales en la autorización de riesgo-beneficio de los productos farmacéuticos humanos para gestionar y mitigar los riesgos. Establecer condiciones más estrictas para poner en el mercado un producto farmacéutico que sea de alto riesgo para el medio ambiente (por ejemplo, mayor intervención de riesgo y opciones de mitigación, prescripción únicamente, ecoetiquetado, seguimiento posterior a la aprobación).
- Proporcionar incentivos que promuevan la farmacia verde y sostenible. Se debe considerar el rendimiento de las inversiones públicas en nuevos productos farmacéuticos al evaluar el apoyo al sector privado en el desarrollo farmacéutico.
- Establecer nuevos modelos de negocio para productos farmacéuticos que equilibren las necesidades de acceso, el uso correcto y la rentabilidad adecuada. Esto es particularmente importante para los nuevos antibióticos y para combatir la resistencia a los antimicrobianos; los modelos comerciales actuales vinculan las ganancias (ventas) con el volumen (consumo).
Recomendaciones orientadas al uso. Etapas del ciclo de vida farmacéutico: prescripción y uso:
- Reducir la incidencia de infecciones y enfermedades. Es particularmente importante mejorar el acceso al suministro de agua potable, el saneamiento y la higiene. Otras medidas esenciales incluyen mejoras en el manejo de establos y ganado, capacitación de profesionales, campañas de educación y vacunación.
- Disminuir el uso innecesario y la liberación de productos farmacéuticos.
- Mejorar los diagnósticos y retrasar la prescripción de fármacos cuando no se requieren de forma inmediata. Si aún no están vigentes, considere la posibilidad de prohibir o restringir los antibióticos para uso preventivo, y las hormonas como promotores del crecimiento en los sectores de la ganadería y la acuicultura.
- Optimizar el uso de productos farmacéuticos con diagnóstico efectivo, dosificación, medicamentos personalizados y sistemas de administración dirigidos.
- Reducir la autoprescripción de productos farmacéuticos con alto riesgo de impacto ambiental (como los antibióticos y productos farmacéuticos dirigidos al sistema endocrino, por ejemplo) y la venta ilegal de productos farmacéuticos.
- Promover buenas prácticas en el almacenamiento y uso de estiércol y purines (residuos de origen orgánico, como aguas residuales y restos de vegetales, cosechas, semillas, concentraciones de animales muertos, pesca, comida, excrementos sólidos o líquidos, o mezcla de ellos, fermentados o con capacidad de fermentar que tienen impacto medioambiental) de ganado tratado con productos farmacéuticos.
La presencia residual de los principios activos de múltiples antibióticos para uso humano y animal en el agua, y otros productos de consumo, añadida al desconocimiento, la prescripción incorrecta y el abuso de estos medicamentos, ha colaborado a incrementar la resistencia bacteriana, y los graves daños que conlleva.
Recomendaciones al final del proceso. Etapas del ciclo de vida de los productos farmacéuticos: recolección y eliminación, y tratamiento y reutilización de aguas residuales:
- Las medidas de final de tubería solo deben usarse como complemento de las medidas dirigidas a la fuente y orientadas al uso. Un énfasis excesivo en la mejora de la infraestructura de la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) no es un uso sostenible y óptimo de recursos limitados.
- Garantizar la relación calidad-precio de las inversiones en mejoras de PTAR a través de la evaluación y la priorización, incluido el logro de economías de escala, considerando posibles compensaciones (por ejemplo, eliminación incompleta de API en diversos grados; generación de productos de transformación y lodos potencialmente tóxicos; aumento de energía, productos químicos y emisiones de carbono).
- Tener en cuenta las necesidades de financiamiento y los mecanismos de recuperación de inversión para los costos de capital y operación y mantenimiento de las actualizaciones de la PTAR, incluidos los posibles problemas de asequibilidad con las tarifas de saneamiento.
- Garantizar la adecuada recogida y eliminación de los residuos farmacéuticos. Educar e involucrar a profesionales de la salud, veterinarios, consumidores y agricultores para crear conciencia sobre la eliminación inadecuada de los medicamentos no utilizados. Considerar esquemas de responsabilidad extendida del productor para recuperar costos.
- Promover mejores prácticas en el uso y disposición de biosólidos (que pueden incluir productos de transformación tóxicos).
Fuente: Canifarma: